FILOSOFÍA DE LA EDUCACION
miércoles, 10 de junio de 2015
Los fines de la educación
Para el tema recomendamos:
Los fines de la educación; principios para la libertad
Guillermina Rodríguez Rosas pdf.
http://www.uv.mx/pampedia/numeros/numero-2/3-Los-fines-de-la-educacion-principios-para-la-libertad.pdf.
miércoles, 20 de mayo de 2015
América Latina una sociedad inacabada
LOS VALORES COMO ENTES AGLUTINADORES EN AMÉRICA LATINA
América Latina, por tanto, nació bajo el devenir histórico de sociedades que
iniciaron procesos de desarrollo con anterioridad a la región. Ésta no tuvo un
proceso de autodescubrimiento como fue el caso europeo sino que fue
inducido por un tercero cultural, y esto juzgamos que es fundamental, porque
no se fue desenredado a sí misma frente a sus ataduras, no se autosuperó de
acuerdo a su realidad, sus particularidades sino que se sometió a las
demandas e intereses que la mundialización atravesó con sus expediciones en
la búsqueda de objetivos que perduran hasta hoy en día: la riqueza y el poder.
En ese momento entonces, se presentan los primeros lineamientos para
concluir que en aquella época ya se configuraba un proyecto de modernidad
híbrido de tendencias indeterminadas. Además, tiempo posterior, se agregan la
influencia que han ejercido los países del norte de América en los ámbitos
políticos, económicos, culturales y sociales para profundizar la modernización,
pero una de tipo especial, la modernización neoliberal. En efecto, como
mencionamos anteriormente, dichas contradicciones han guiado el proyecto de
la modernidad y modernización en América Latina por un camino particular,
que la diferencia del resto de las sociedades occidentales, basándose en una
fuerte preocupación económica, excluyendo el progreso en las esferas
culturales, valóricas, morales y de personalidad de los individuos y la sociedad.
En efecto, sin superar problemas o contradicciones sociales esenciales de la
sociedad (como la pobreza, mejoramiento de los servicios educativos, salud,
etc.), algunos países de la región quieren consolidar en un corto o mediano
plazo el salto definitivo al desarrollo, ¿será posible lo anterior si para concretar
dicho objetivo se deberán someter otros individuos a la lógica de la producción
económica? Si esto fuese verdadero, ¿cómo se cumplen entonces los valores
de libertad, igualdad y fraternidad infundidos por la modernidad en América
Latina, en una sociedad que pregona libertad pero dentro del sistema y orden
social establecido, 24 donde el concepto de igualdad resulta ser la antinomiaperfecta al de desigualdad 25 y donde la fraternidad queda soterrada por los
valores de una sociedad hiperindividualizada?
Por tal motivo, entendemos que la aspiración de la modernidad en América
Latina en su componente crítico -como reconocemos al registrar su propia
especificidad y característica- debe desarrollar un fortalecimiento de la
ciudadanía y de la sociedad civil a partir de una “identidad democrática”
socialmente compartida (König, 2005: 21), que permita registrar todos los
deseos de mejora colectiva, cultural, económica, social y política en una
realidad caracterizada hoy día por la desigualdad material y no material. 26
Pensamos que uno de los retos de la modernidad en América Latina es el
crecimiento de la esfera pública y la revalorización de la democracia política,
dado el debilitamiento histórico de ambas por diversas causas; tales como el
populismo, las dictaduras militares, los gobiernos neoliberales y, también por
supuesto, una debilidad causada asimismo fuera de las esferas políticas y
económicas por prácticas sociales que ocultan sistemas de dominación
legítimamente asentados en la tradición y en el racismo encubierto, como
pueden ser el autoritarismo, el servilismo, el clientelismo, el patronazgo, el
compadrazgo, la economía informal, etc. (Larraín, 1997: 326-332). América
Latina, con todo, debe aspirar a convertirse en una sociedad de ciudadanos, noconformándose, por tanto, en ser una sociedad de trabajadores, en una
sociedad de consumidores, en una sociedad de creyentes o en una sociedad
de clientes. 27 Esta podía ser, sin duda, la gran aspiración del programa cultural
de la modernidad latinoamericana.
América Latina, por tanto, nació bajo el devenir histórico de sociedades que
iniciaron procesos de desarrollo con anterioridad a la región. Ésta no tuvo un
proceso de autodescubrimiento como fue el caso europeo sino que fue
inducido por un tercero cultural, y esto juzgamos que es fundamental, porque
no se fue desenredado a sí misma frente a sus ataduras, no se autosuperó de
acuerdo a su realidad, sus particularidades sino que se sometió a las
demandas e intereses que la mundialización atravesó con sus expediciones en
la búsqueda de objetivos que perduran hasta hoy en día: la riqueza y el poder.
En ese momento entonces, se presentan los primeros lineamientos para
concluir que en aquella época ya se configuraba un proyecto de modernidad
híbrido de tendencias indeterminadas. Además, tiempo posterior, se agregan la
influencia que han ejercido los países del norte de América en los ámbitos
políticos, económicos, culturales y sociales para profundizar la modernización,
pero una de tipo especial, la modernización neoliberal. En efecto, como
mencionamos anteriormente, dichas contradicciones han guiado el proyecto de
la modernidad y modernización en América Latina por un camino particular,
que la diferencia del resto de las sociedades occidentales, basándose en una
fuerte preocupación económica, excluyendo el progreso en las esferas
culturales, valóricas, morales y de personalidad de los individuos y la sociedad.
En efecto, sin superar problemas o contradicciones sociales esenciales de la
sociedad (como la pobreza, mejoramiento de los servicios educativos, salud,
etc.), algunos países de la región quieren consolidar en un corto o mediano
plazo el salto definitivo al desarrollo, ¿será posible lo anterior si para concretar
dicho objetivo se deberán someter otros individuos a la lógica de la producción
económica? Si esto fuese verdadero, ¿cómo se cumplen entonces los valores
de libertad, igualdad y fraternidad infundidos por la modernidad en América
Latina, en una sociedad que pregona libertad pero dentro del sistema y orden
social establecido, 24 donde el concepto de igualdad resulta ser la antinomiaperfecta al de desigualdad 25 y donde la fraternidad queda soterrada por los
valores de una sociedad hiperindividualizada?
Por tal motivo, entendemos que la aspiración de la modernidad en América
Latina en su componente crítico -como reconocemos al registrar su propia
especificidad y característica- debe desarrollar un fortalecimiento de la
ciudadanía y de la sociedad civil a partir de una “identidad democrática”
socialmente compartida (König, 2005: 21), que permita registrar todos los
deseos de mejora colectiva, cultural, económica, social y política en una
realidad caracterizada hoy día por la desigualdad material y no material. 26
Pensamos que uno de los retos de la modernidad en América Latina es el
crecimiento de la esfera pública y la revalorización de la democracia política,
dado el debilitamiento histórico de ambas por diversas causas; tales como el
populismo, las dictaduras militares, los gobiernos neoliberales y, también por
supuesto, una debilidad causada asimismo fuera de las esferas políticas y
económicas por prácticas sociales que ocultan sistemas de dominación
legítimamente asentados en la tradición y en el racismo encubierto, como
pueden ser el autoritarismo, el servilismo, el clientelismo, el patronazgo, el
compadrazgo, la economía informal, etc. (Larraín, 1997: 326-332). América
Latina, con todo, debe aspirar a convertirse en una sociedad de ciudadanos, noconformándose, por tanto, en ser una sociedad de trabajadores, en una
sociedad de consumidores, en una sociedad de creyentes o en una sociedad
de clientes. 27 Esta podía ser, sin duda, la gran aspiración del programa cultural
de la modernidad latinoamericana.
MODERNIDAD Y POSTMODERNIDAD: CRISIS DE VALORES
La ética en la posmodernidad
Raúl Kerbs
La modernidad predominó en el pensamiento occidental durante varios siglos, despojando a la moralidad de toda referencia religiosa trascendente. “¡No necesitamos a Dios!” era su proclama. Aunque la modernidad intentó crear un orden social sin tener en cuenta restricciones normativas de origen religioso, retuvo ciertos valores como el trabajo, el ahorro y la postergación de la satisfacción inmediata en favor de un beneficio a largo plazo. Aunque el origen de estos valores estaba en un punto de referencia exterior a los individuos, no era precisamente esa la preocupación de la modernidad. Su meta estaba más bien en la expresión de un deseo individual. Pero cuando el modernismo alcanzó su punto de maduración, cuando el subjetivismo destruyó el objetivismo, surgió un momento casi anárquico en la historia humana y con él una nueva moralidad individualista, festiva, centrada en el placer, anclada en el presente, ciega con respecto al pasado e indiferente con el futuro. El “ahora” era su éxtasis. Como resultado de esto, surgió un clima contrario a todo límite para la libertad individual.
Esta nueva moralidad es el centro de la ética posmoderna.
La ética posmoderna
En la base de la ética posmoderna hay una crisis de autoridad1. Esta crisis involucra las instituciones tradicionales (familia, escuela, iglesia, estado, justicia, policía) por medio de las cuales la modernidad trató de organizar una sociedad racional y progresista. Esta crisis se manifiesta de diversas maneras: la adoración de la juventud y el consentimiento de sus caprichos2; el dinero como símbolo de éxito y felicidad; una economía donde “ser” es comparar, consumir, usar y tirar; la identidad definida por las adquisiciones del mercado y no por las ideologías3. En otras palabras, la imagen domina la realidad. Ser alguien es aparecer en alguna pantalla o en un web site.4 Lo que aparece define lo que es, casi nadie se preocupa por lo que “realmente” es: la imagen pública es el nuevo objeto de adoración5.
Nuestra cultura posmoderna ha perdido el amor por la verdad.
En contraste con la ética del trabajo y el ahorro, propia de la modernidad, la ética actual afirma el valor del consumo6, el tiempo libre y el ocio7. Pero esto no podría funcionar sin la exaltación del individualismo, la devaluación de la caridad y la indiferencia hacia el bien público.8 La búsqueda de gratificación, de placer y de realización privada es el ideal supremo. La adoración de la independencia personal y de la diversidad de estilos de vida se ha transformado en algo importante. El pluralismo provee una multiplicidad de valores, con muchas opciones individuales, pero ninguna de ellas auténtica. Las diferencias ideológicas y religiosas son tratadas superficialmente como modas.9 La cultura de la libertad personal, el pasarlo bien, lo natural, el humor, la sinceridad y la libertad de expresión emergen hoy como algo sagrado.10 Lo irracional se ligitima a través de los afectos, la intuición, el sentimiento, la carnalidad, la sensualidad y la creatividad.11 Todo esto ocurre en el marco de un axioma aceptado por casi todo el mundo: un mínimo de austeridad y un máximo de deseo, menos disciplina y más comprensión.12
Al mismo tiempo, los medios masivos de comunicación e información determinan la opinión pública, los modelos de conducta y de consumo. Los medios reemplazan las interpretaciones religiosas y éticas por una información puntual, directa y objetiva y colocan la realidad más allá del bien y del mal.14 Paradójicamente, la influencia de los medios aumenta cuando se produce una crisis de la comunicación. Las personas sólo hablan de sí mismas, quieren ser escuchadas, pero no quieren escuchar. Se busca una comunicación sin compromiso. De ahí la búsqueda de la participación distante, los amigos invisibles, las amistades del e-mail y del chat.15
Una nueva forma para la moral
¿Qué forma adopta la moral en el contexto sociocultural de la posmodernidad?
De acuerdo con Lipovetsky, con el surgimiento del posmodernismo a mediados del siglo veinte, ha surgido la nueva era del pos-deber. Esta era renuncia al deber absoluto en el ámbito de la ética.16 Ha aparecido una ética que proclama el derecho individual a la autonomía, a la felicidad y a la realización personal. La posmodernidad es una era de pos-deber porque descarta los valores incondicionales, como el servicio a los demás y la renuncia a uno mismo.
Sin embargo, nuestra sociedad no excluye la legislación represiva y virtuosa (contra las drogas, el aborto, la corrupción, la evasión, la pena de muerte, la protección de los niños, la higiene y la dieta saludable).17 La posmodernidad no propone un caos sino que reorienta la preocupación ética a través de un compromiso débil, efímero, con valores que no interfieren con la libertad individual: no es hedonista sino neohedonista. Esta mezcla de deber y de negación del deber en la ética posmoderna es necesaria porque el individualismo indiscriminado atentaría contra las condiciones necesarias para la búsqueda del placer y la realización individual.
Se necesita una ética que prescriba algunos deberes para controlar el individualismo sin proscribirlo: no un individualismo sino un neoindividualismo. La preocupación moral posmoderna no expresa valores sino más bien indignación contra las limitaciones a la libertad. El objeto no es la virtud sino más bien obtener respeto.(18) Se prohíbe todo aquello que podría limitar los derechos individuales. He ahí por qué la nueva moralidad puede coexistir con el consumo, el placer y la búsqueda individual de satisfacción privada. Se trata de una moral indolora, débil, donde todo vale, pero donde el deber incondicional y el sacrificio han muerto. La moral posmoderna ha dejado atrás tanto el moralismo como el antimoralismo.19
Pero todo esto resulta en una moralidad ambigua. Por un lado tenemos un individualismo sin reglas, manifestado en la exclusión social, el endeudamiento familiar, familias sin padres, padres sin familias, analfabetismo, los desposeídos, ghettos, refugiados, marginales, drogadictos, violencia, delincuencia, explotación, delitos financieros, corrupción política y económica, búsqueda inescrupulosa de poder, ingeniería genética, experimentación con seres humanos, etcétera. Por otro lado, cunde por la sociedad un espíritu de vigilancia hipermoralista listo para denunciar todos los atentados contra la libertad humana y el derecho a la autonomía individual: una preocupación ética por los derechos humanos, disculpas por los errores del pasado, protección del medio ambiente, campañas contra las drogas, el tabaco, la pornografía, el aborto, el acoso sexual, la corrupción y la discriminación; tribunales éticos, marchas de silencio, protección contra el abuso de niños, movimientos en favor de los refugiados, los pobres, el tercer mundo, etcétera. 20
En este contexto, la moralidad neohedonista de la posmodernidad se traduce en demandas que corren en direcciones opuestas. Por un lado, tenemos normas: hay que comer en forma saludable, cuidar la figura, combatir las arrugas, mantenerse delgado, valorar lo espiritual, no agitarse, hacer deportes, buscar la excelencia y controlar la violencia, entre otras cosas. Por otro lado, encontramos una promoción del placer y de la vida fácil, la exoneración de la responsabilidad moral, la exaltación del consumo y de la imagen, la valoración del cuerpo en detrimento de lo espiritual. Como resultado, hay depresión, sentimiento de vacío, soledad, falta de sentido, estrés, corrupción, violencia, indiferencia, cinismo, etcétera. 21
La moralidad posmoderna en la vida cotidiana
Para comprender cómo la moral posmoderna impacta en la vida cotidiana, consideremos dos listas que el posmodernismo nos propone: una lista de “deberes” morales y una lista de “permisos” morales:
Lista 1: Deberes morales típicos de la “ética” posmoderna:
- No discriminar ningún estilo de vida.
- Asistir a los conciertos de beneficio y solidaridad.
- Marcar un número para hacer una donación.
- Llevar una calcomanía contra el racismo.
- Participar de una marcha contra la impunidad.
- Correr una maratón por la vida sana.
- Usar preservativo.
- Prohibido prohibir (cada uno es libre de disponer de su propia vida).
- Llevar una cinta roja contra la discriminación de los homosexuales.
- Ser ecologista.
- Donar los órganos.
- Reglamentar los lugares de trabajo contra el acoso sexual.
- Fidelidad (durante el tiempo que dura el amor, pero después...).
- Condenar toda forma de violencia.
- No intentar convertir a una persona a otra religión.
Lista 2: Permisos morales de la ética posmoderna:
- Sexo libre, a condición de no acosar y de cuidarse del SIDA.
- Es mejor ser corrupto que pasar por estúpido.
- Fumar, pero no en los sectores para no fumadores.
- Romper todo compromiso con una regla, persona o causa que interfiera con la realización personal.
- Prostitución, pero sólo en la “zona roja”.
- Mentir, pero no en época de campaña política.
- Divorcio, pero sólo para favorecer la realización personal.
- Infidelidad, pero sólo cuando se terminó el amor.
- Aborto, pero sólo para realizar la planificación familiar.
- Probar de todo para explorarse a sí mismo y descubrir todas las posibilidades de realización personal.
- Religión “a la carta”, adaptada a los compromisos que cada uno quiera asumir.
- Beber, pero no en exceso.
- Cosechar éxito, fama y dinero, caiga quien caiga.
- Pasar bien el momento, sin preocuparse por el futuro.
- Poder pensar siempre “aquí no pasa nada”.
“Código de conciencia” de un posmoralista
La ética posmoderna no termina con estas listas ridículas y absurdas. La búsqueda posmoderna de libertad absoluta produce su propio código de conciencia. En una atmósfera de neoindividualismo, los elementos ideológicos, socioculturales y éticos se unen para crear una nueva especie de conciencia posmoderna. Esta conciencia se podría expresar mediante los siguientes “principios”:
- No debo discriminar nada, porque hay que exhibir un look abierto y porque no hay ninguna verdad absoluta.
- Debo donar dinero para las campañas de solidaridad porque me repugna ver niños hambrientos.
- Debo ir a la marcha contra la impunidad para que los culpables no se salgan con la suya.
- Debo llevar una vida sana porque mi cuerpo es mi máquina de cosechar éxitos y placeres.
- Debo interesarme por alguna forma de religión porque me podría dar energía.
- Debo manifestar preocupaciones por temas serios para no aparentar ser un burgués materialista y conformista.
- No debo estar en contra de ningún estilo de vida porque todo vale y nada funciona.
Evaluación crítica: una moralidad cínica
Después de considerar todo esto, alguien podría objetar que la ética posmoderna no es totalmente perversa. En efecto, en la preocupación posmoderna por los problemas que amenazan actualmente la vida humana hay elementos rescatables. El estilo de vida saludable, el cuidado del medio ambiente, la lucha contra la violencia y la discriminación son aspectos valiosos. Además, el posmodernismo pone de manifiesto los fracasos éticos teóricos y prácticos del pasado. Pero no nos dejemos engañar. En su núcleo más íntimo, la ética posmoderna no tiene una motivación moral. En realidad, persigue la búsqueda individualista de realización y autonomía personal. Mientras que la motivación de toda ética auténtica es superar el mal con el bien, el posmodernismo está desprovisto de inspiración moral. Sólo quiere combatir el exceso del mal pero no desea erradicar el mal. Lucha contra ciertas manifestaciones del mal sin reconocer la raíz del mal. Su meta es el logro de la autonomía individual, que es justamente aquello que el concepto bíblico del pecado condena.
¿Cómo puede un sistema moral luchar contra el mal, si en su fundamento mismo hay una búsqueda del yo, lo cual es, bíblicamente hablando, la fuente del mal? ¿Es posible lograr la felicidad con el tipo de moral que defiende la posmodernidad? Si la felicidad es la búsqueda de autonomía, realización personal, satisfacción de los deseos inmediatos, control de la libertad individual excesiva, pero sin una verdadera apertura del alma al prójimo y a Dios, entonces en este tipo de moral la búsqueda de felicidad consiste en perpetuar las cosas tal como siempre han sido. Más de lo mismo: una mezcla de vida y muerte, placer y dolor, éxito y fracaso, felicidad y tristeza. Pero esto ignora lo que hay detrás de la búsqueda humana de felicidad: el deseo de otra cosa, de algo totalmente diferente, algo que suprima estas antítesis. Esto “totalmente diferente” está ausente en la búsqueda posmoderna de felicidad. La ética posmoderna se conforma con muy poco; propone una meta demasiado baja. Ella argumenta que, debido a que la moralidad tradicional, incluyendo la ética cristiana, no han mejorado al hombre, es mejor proponer una meta más baja y aceptar al hombre tal como es.
Sin embargo, esta actitud de resignación supone que el cristianismo ha sido realmente aplicado y que ha fracasado, y sobre esta base propone que debemos juzgar como agotado el potencial cristiano de hacer una contribución a la humanidad. Pero esta presuposición contradice el principio posmoderno de que no existe una verdad absoluta. “No hay verdad absoluta”, dice el posmodernismo por un lado. Sin embargo, por otro lado presume que la moral tradicional está agotada, que el hombre ya no puede ser mejorado, que un cambio radical es imposible y que debemos resignarnos. ¿Quién es capaz de saber esto y cómo puede saberlo? Pareciera que la posmodernidad se las ha arreglado para saber con seguridad algunas cosas acerca de la naturaleza humana y del futuro, conocimiento que niega las ideologías y religiones del pasado. Por eso nos parece una postura cínica que afirma (implícitamente) por un lado lo que niega (explícitamente) por el otro.
Teoría de los valores
¿Qué son los valores?
Etimológicamente el término proviene de dos voces griegas: “axios” que significa “valioso, estimable, digno de ser honrado”; y logos que significa “estudio, tratado o ciencia”. La axiología, entonces, se entiende como la disciplina filosófica que se ocupa del problema del valor, es decir, ¿Cuál es la naturaleza del valor?, ¿los valores, son de un solo modo, se dan de un solo modo o hay tipos de valores? ¿De qué manera existen los valores?
El hombre al relacionarse con su medio social, con su entorno, con el mundo, va a dar cuenta de él, va a tomar conciencia de él de dos maneras o de dos modos.
Acto o experiencia contemplativa
Es el momento en el cual el sujeto no se pone ni a favor ni en contra, sino sólo se da cuenta de la existencia de los objetos. Es en este momento donde se manifiestan los juicios de existencia.
Juicios de existencia: Es aquel juicio en el cual el predicado sólo se hace referencia a las características, a las propiedades primarias o secundarias del objeto. Ejemplo: En verano hace calor.
Acto o experiencia valorativa : Es el momento en el cual el sujeto se pone a favor o en contra del objeto, lo acepta o lo rechaza, se acerca o se aleja de él. Es en este momento donde se manifiesta los juicios de valor.
Juicios de valor: Es aquel juicio por el cual el sujeto manifiesta su aceptación o su rechazo con respecto a un objeto. Ejemplo: El Perú es un país maravilloso.
CARACTERÍSTICAS DE LOS VALORES:
Etimológicamente el término proviene de dos voces griegas: “axios” que significa “valioso, estimable, digno de ser honrado”; y logos que significa “estudio, tratado o ciencia”. La axiología, entonces, se entiende como la disciplina filosófica que se ocupa del problema del valor, es decir, ¿Cuál es la naturaleza del valor?, ¿los valores, son de un solo modo, se dan de un solo modo o hay tipos de valores? ¿De qué manera existen los valores?
El hombre al relacionarse con su medio social, con su entorno, con el mundo, va a dar cuenta de él, va a tomar conciencia de él de dos maneras o de dos modos.
Acto o experiencia contemplativa
Es el momento en el cual el sujeto no se pone ni a favor ni en contra, sino sólo se da cuenta de la existencia de los objetos. Es en este momento donde se manifiestan los juicios de existencia.
Juicios de existencia: Es aquel juicio en el cual el predicado sólo se hace referencia a las características, a las propiedades primarias o secundarias del objeto. Ejemplo: En verano hace calor.
Acto o experiencia valorativa : Es el momento en el cual el sujeto se pone a favor o en contra del objeto, lo acepta o lo rechaza, se acerca o se aleja de él. Es en este momento donde se manifiesta los juicios de valor.
Juicios de valor: Es aquel juicio por el cual el sujeto manifiesta su aceptación o su rechazo con respecto a un objeto. Ejemplo: El Perú es un país maravilloso.
CARACTERÍSTICAS DE LOS VALORES:
. Su Dependencia.- Los valores no existen por sí mismos, necesitan depositario en quien descansar; son como las cualidades de esos depositarios llamados bienes: la belleza de un cuadro, la elegancia de un vestido, la utilidad de una herramienta
Los valores no son cosas ni elementos de las cosas, sino propiedades, cualidades sui generis, que poseen ciertos objetos llamados bienes. En virtud de que los valores necesitan de los bienes, se dice que pertenecen a los objetos, que son no independientes, entes parásitos (necesitan apoyarse en las muletas de la realidad). Antes de depositarse en los bienes, los valores son”meras posibilidades”; para actualizarse necesitan plasmarse, concretizarse en los bienes tangibles.
b. Bipolaridad.- El valor oscila siempre dentro de una polaridad. Toda polaridad encierra los dos valores límites: bueno-malo (moral); verdadero-falso (ciencia); bello-feo (arte). Al primer término de toda valoración se le llama valor positivo y al segundo, valor negativo; a estos últimos también se les llama disvalores o contravalores.
La característica de polaridad o bipolaridad consiste en que los valores se presentan desdoblados en un valor positivo y el correspondiente valor negativo. Es necesario advertir que el disvalor no implica una inexistencia, una negación del valor positivo; el valor negativo tiene tanto existencia efectiva como el valor positivo.
c. Jerarquía.- Hay valores que son considerados superiores (dignidad, libertad) y otros como inferiores (los relacionados con las necesidades básicas o vitales). Las jerarquías de valores no son rígidas ni predeterminadas; se van construyendo progresivamente a lo largo de la vida de cada persona.
d. Durabilidad.- los valores se reflejan en el curso de la vida. Hay valores que son más permanentes en el tiempo que otros. Por ejemplo, el valor del placer es más fugaz que el de la verdad.
e. Integralidad.- cada valor es una abstracción íntegra en sí mismo, no es divisible.
f. Flexibilidad.- los valores cambian con las necesidades y experiencias de las personas.
g. Satisfacción.- los valores generan satisfacción en las personas que los practican.
h. Trascendencia.- los valores trascienden el plano concreto; dan sentido y significado a la vida humana y a la sociedad. Consiste en que los valores se dan de un modo perfecto sólo en su esencia; pero cuando se encarnan en los seres materiales, existen de un modo imperfecto.
Por ejemplo: El adolescente suele concebir los valores en toda su perfección, y no faltan ocasiones en las que sufre una grave desilusión cuando se percata de que la realidad de la vida no está a la altura de su concepción. La justicia, el amor, la fidelidad. La honradez, la bondad en general, siempre están en un nivel inferior al ideal que le corresponde. Lo peor acontece cuando la decepción crea un resentimiento; el sujeto llega a renegar de todos los valores. Porque no encuentra la libertad perfecta, reniega de la libertad y dice que no existe; no encuentra la justicia, la verdad, el amor perfectos, y reniega de ellos y actúa como si no existieran. Esto hay que delatarlo; porque, lejos de ser una actitud aceptable, es simplemente un acto de cobardía y debilidad. Los valores no están encarnados con perfección; pero el hombre es el encargado de encarnarlos con su esfuerzo y su perseverancia. Los valores proporcionan grandes satisfacciones al hombre; pero antes hay que conquistarlos.
i. Preferibilidad.- Consiste en esa particularidad por la cual los valores atraen o inclinan hacia sí mismos la atención, las facultades y, en especial, la voluntad del hombre que los capta. Enfrente de las cosas, el hombre prefiere las que encierran un valor.
En efecto, un objeto o una persona valiosa, inmediatamente nos inclina hacia ella. El hombre tiene una tendencia natural para dirigirse hacia algo valioso. Cuando una persona no ha captado un valor, queda indiferente hacia él, su ánimo no se inclina en pro o en contra. Pero basta atisbar el valor contenido en una persona o en un objeto, para que entre en función toda nuestra capacidad de apropiación. Quien ha captado la belleza, trata de conservarla para sí, e inclusive crearla.
j. Objetividad.- Consiste en que los valores se dan en las cosas o personas (objetos) independientemente de que sean conocidos, o no, por alguien en particular.
Así, por ejemplo, el valor “utilidad” reside en una máquina de escribir, aunque ésta caiga en poder de unos salvajes analfabetos que no conozcan su uso y, por tanto, su utilidad. El valor moral de una persona reside en ella, aun cuando otros la juzguen en sentido opuesto, e inclusive, aun cuando el propio sujeto no sepa valorizar su propia actitud honesta. A propósito de esto, se puede añadir aquí que no es raro que se den casos de alto valor moral en los que el propio sujeto no se percate de los niveles que está viviendo, tan inaccesible para el común de los mortales. También sucede (y esto es lo más común) que la persona se sobre valorice en el orden moral, o intelectual o estético.
Por lo dicho, ya se puede concluir que no es lo mismo el valor que la valoración. El valor es objetivo, se da independientemente del conocimiento que de él se tenga. En cambio, la valoración es subjetiva, o sea, depende de las personas que juzgan. Sin embargo hasta la misma valoración, para que sea valiosa, necesita ser objetiva, es decir, basarse efectivamente en los hechos reales que se están juzgando y no ser un producto arbitrario de las tendencias viciosas o circunstanciales desfavorables del que juzga.
k. Dinamismo.- los valores se transforman con las épocas.
l. Aplicabilidad.- los valores se aplican en las diversas situaciones de la vida; entrañan acciones prácticas que reflejan los principios valorativos de la persona.
Los valores no son cosas ni elementos de las cosas, sino propiedades, cualidades sui generis, que poseen ciertos objetos llamados bienes. En virtud de que los valores necesitan de los bienes, se dice que pertenecen a los objetos, que son no independientes, entes parásitos (necesitan apoyarse en las muletas de la realidad). Antes de depositarse en los bienes, los valores son”meras posibilidades”; para actualizarse necesitan plasmarse, concretizarse en los bienes tangibles.
b. Bipolaridad.- El valor oscila siempre dentro de una polaridad. Toda polaridad encierra los dos valores límites: bueno-malo (moral); verdadero-falso (ciencia); bello-feo (arte). Al primer término de toda valoración se le llama valor positivo y al segundo, valor negativo; a estos últimos también se les llama disvalores o contravalores.
La característica de polaridad o bipolaridad consiste en que los valores se presentan desdoblados en un valor positivo y el correspondiente valor negativo. Es necesario advertir que el disvalor no implica una inexistencia, una negación del valor positivo; el valor negativo tiene tanto existencia efectiva como el valor positivo.
c. Jerarquía.- Hay valores que son considerados superiores (dignidad, libertad) y otros como inferiores (los relacionados con las necesidades básicas o vitales). Las jerarquías de valores no son rígidas ni predeterminadas; se van construyendo progresivamente a lo largo de la vida de cada persona.
d. Durabilidad.- los valores se reflejan en el curso de la vida. Hay valores que son más permanentes en el tiempo que otros. Por ejemplo, el valor del placer es más fugaz que el de la verdad.
e. Integralidad.- cada valor es una abstracción íntegra en sí mismo, no es divisible.
f. Flexibilidad.- los valores cambian con las necesidades y experiencias de las personas.
g. Satisfacción.- los valores generan satisfacción en las personas que los practican.
h. Trascendencia.- los valores trascienden el plano concreto; dan sentido y significado a la vida humana y a la sociedad. Consiste en que los valores se dan de un modo perfecto sólo en su esencia; pero cuando se encarnan en los seres materiales, existen de un modo imperfecto.
Por ejemplo: El adolescente suele concebir los valores en toda su perfección, y no faltan ocasiones en las que sufre una grave desilusión cuando se percata de que la realidad de la vida no está a la altura de su concepción. La justicia, el amor, la fidelidad. La honradez, la bondad en general, siempre están en un nivel inferior al ideal que le corresponde. Lo peor acontece cuando la decepción crea un resentimiento; el sujeto llega a renegar de todos los valores. Porque no encuentra la libertad perfecta, reniega de la libertad y dice que no existe; no encuentra la justicia, la verdad, el amor perfectos, y reniega de ellos y actúa como si no existieran. Esto hay que delatarlo; porque, lejos de ser una actitud aceptable, es simplemente un acto de cobardía y debilidad. Los valores no están encarnados con perfección; pero el hombre es el encargado de encarnarlos con su esfuerzo y su perseverancia. Los valores proporcionan grandes satisfacciones al hombre; pero antes hay que conquistarlos.
i. Preferibilidad.- Consiste en esa particularidad por la cual los valores atraen o inclinan hacia sí mismos la atención, las facultades y, en especial, la voluntad del hombre que los capta. Enfrente de las cosas, el hombre prefiere las que encierran un valor.
En efecto, un objeto o una persona valiosa, inmediatamente nos inclina hacia ella. El hombre tiene una tendencia natural para dirigirse hacia algo valioso. Cuando una persona no ha captado un valor, queda indiferente hacia él, su ánimo no se inclina en pro o en contra. Pero basta atisbar el valor contenido en una persona o en un objeto, para que entre en función toda nuestra capacidad de apropiación. Quien ha captado la belleza, trata de conservarla para sí, e inclusive crearla.
j. Objetividad.- Consiste en que los valores se dan en las cosas o personas (objetos) independientemente de que sean conocidos, o no, por alguien en particular.
Así, por ejemplo, el valor “utilidad” reside en una máquina de escribir, aunque ésta caiga en poder de unos salvajes analfabetos que no conozcan su uso y, por tanto, su utilidad. El valor moral de una persona reside en ella, aun cuando otros la juzguen en sentido opuesto, e inclusive, aun cuando el propio sujeto no sepa valorizar su propia actitud honesta. A propósito de esto, se puede añadir aquí que no es raro que se den casos de alto valor moral en los que el propio sujeto no se percate de los niveles que está viviendo, tan inaccesible para el común de los mortales. También sucede (y esto es lo más común) que la persona se sobre valorice en el orden moral, o intelectual o estético.
Por lo dicho, ya se puede concluir que no es lo mismo el valor que la valoración. El valor es objetivo, se da independientemente del conocimiento que de él se tenga. En cambio, la valoración es subjetiva, o sea, depende de las personas que juzgan. Sin embargo hasta la misma valoración, para que sea valiosa, necesita ser objetiva, es decir, basarse efectivamente en los hechos reales que se están juzgando y no ser un producto arbitrario de las tendencias viciosas o circunstanciales desfavorables del que juzga.
k. Dinamismo.- los valores se transforman con las épocas.
l. Aplicabilidad.- los valores se aplican en las diversas situaciones de la vida; entrañan acciones prácticas que reflejan los principios valorativos de la persona.
JERARQUÍA DE LOS VALORES
Existen diversos criterios para jerarquirizar los valores. Una de las jerarquías más importante fue la propuesta Marx Scheler (1874 - 1928), en su obra El formalismo de la ética y la ética material de los valores en la que considera a los valores de menos a más, así:
• Hedonísticos o del placer: Lo agradable y desagradable, lo placentero y doloroso, lo sabroso y lo asqueroso, etc.
• Económicos y técnicos: Lo lucrativo, lo provechoso, lo útil, lo eficaz, etc.
• Vitales: Lo saludable, lo fuerte, lo débil, etc.
• Teóricos o Cognoscitivos: Lo verdadero, lo falso, lo verosímil, lo claro, lo seguro, etc.
• Estético: Lo bello, lo feo, lo bonito, lo elegante, lo cómico, lo artístico, etc.
• Éticos: Lo bueno, lo malo, lo justo, lo injusto, lo honesto, etc.
• Religiosos: Lo caritativo, lo santo, lo piadoso, lo sacrilegio, lo divino, etc.
• Hedonísticos o del placer: Lo agradable y desagradable, lo placentero y doloroso, lo sabroso y lo asqueroso, etc.
• Económicos y técnicos: Lo lucrativo, lo provechoso, lo útil, lo eficaz, etc.
• Vitales: Lo saludable, lo fuerte, lo débil, etc.
• Teóricos o Cognoscitivos: Lo verdadero, lo falso, lo verosímil, lo claro, lo seguro, etc.
• Estético: Lo bello, lo feo, lo bonito, lo elegante, lo cómico, lo artístico, etc.
• Éticos: Lo bueno, lo malo, lo justo, lo injusto, lo honesto, etc.
• Religiosos: Lo caritativo, lo santo, lo piadoso, lo sacrilegio, lo divino, etc.
AXIOLOGÍA Y EDUCACIÓN
Para el tema revisar el texto: Axiología y su relación con la educación en:
Axiología y educaciónAxiología y educación
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jueves, 9 de abril de 2015
Idea del hombre en el existencialismo
: EL EXISTENCIALISMO
(Bibliografía básica recomendada:
“Lecciones Preliminares de Filosofía” Manuel García Morente)
1.- El existencialismo aparece como REACCIÓN al racionalismo, junto a otros sistemas de pesamiento: NATURALISMO – IRRACIONALISMO – ROMANTICISMO – VITALISMO – sURREALISMO – NATURALISMO, y otros.
2.- Padre del existencialismo: SÖREN KIERKEGAARD (1813-1855), quien postula la EXISTENCIA POR SOBRE LA ESCENCIA, como dato fundamental.
• Contingencia del existir humano y la angustia existencial
• Filósofo extremadamente personal, obra poco sistemática, ejemplo, etapas en el camino de la vida, el concepto de la angustia, migajas filosóficas.
• Como irracionalista desarrolla una filosofía que se apoya sobre la única realidad de la “conciencia desgarrada e infelíz”
• Para él no hay otra verdad que en la existencia personal.
3.- Punto de partida de la filosofía existencialista: constatar la existencia humana como MISTERIOSA – MISERABLE – ANGUSTIENTE.
4.- Hay varios tipos de existencialismos: ABSURDO: Sastre – Camus – otros
ANTROPOCÉNTRICO: Heidegger
CREYENTE: Jasper – Marcel y otros.
5.- La postura existencialista base es la que RESALTA LA EXISTENCIA por sobre la ESENCIA.
6.- ASPECTOS COMUNES A TODOS LOS EXISTENCIALISMOS:
a) El hombre existe conscientemente: se da cuenta.
b) Para Satre las COSAS SON EN SI y el HOMBRE ES PARA SI
c) El hombre es arrojado al mundo inexplicablemente.
d) El existir del hombre es CONTINGENTE E INNECESARIO.
e) La existencia se da en el tiempo como una realidad fugas que casi es la NADA: pasado – presente – futuro.
f) El presente une dos NADAS: el hombre que no se A-NO-NADA NO EXISTE REALMENTE.
g) La existencia se da en un ESPACIO concreto: SITUADO EN UN AQUÍ Y EN UN AHORA.
h) El hombre es un existir enfrentado a la MUERTE: NACE PARA MORIR.
i) El hombre es un sujeto libre, puede AUTODETERMINARSE.....su LIBERTAD LO DEFINE EN EL MUNDO.
j) Su existencia es PRECARIA......... ANGUSTIANTE.
k) La LUCHA es el SENTIDO del EXISTIR.... es afirmación del YO en contra de la ENAJENACIÓN MORAL – SOCIAL – PERSONAL – AUTARQUICA.
l) El hombre es un ser INEXPLICADO E INACABADO:
• INEXPLICADO: no consigue definir su esencia
• INACABADO: tiene como misión ineludible HACERSE – IR CONCLUYENDOSE.
m) El hombre debe vivir sólo en la verdad con que cuenta: AUTENTICIDAD.
7.- EXIGENCIAS DEL EXISTENCIALISMO A LA EDUCACIÓN:
a) Ayudar al estudiante a ser LIBRE. Ayudarlo a la REALIZACIÓN
b) Conciencia de la MUERTE.
c) Conciencia clara sobre la distinción entre:
SUJETO: ser para si (conciencia de si)
OBJETO: ser en si
d) El alumno no debe OBJETIVARSE a sí mismo; ni ser OBJETIVADO por el educador.
e) MATERIAS CURRICULARES: Medios para mejorar al YO, y NO PARA PASAR DATOS.
f) Relación personal entre profesor – alumno (no simplemente profesional)
g) Desarrollar la condición PROBLEMÁTICA.
h) CONOCERSE A SI MISMO, HACERSE A SI MISMO.
i) EDUCAR ES PROCURAR CONCIENCIA DE SI MISMO.
en 7:29
(Bibliografía básica recomendada:
“Lecciones Preliminares de Filosofía” Manuel García Morente)
1.- El existencialismo aparece como REACCIÓN al racionalismo, junto a otros sistemas de pesamiento: NATURALISMO – IRRACIONALISMO – ROMANTICISMO – VITALISMO – sURREALISMO – NATURALISMO, y otros.
2.- Padre del existencialismo: SÖREN KIERKEGAARD (1813-1855), quien postula la EXISTENCIA POR SOBRE LA ESCENCIA, como dato fundamental.
• Contingencia del existir humano y la angustia existencial
• Filósofo extremadamente personal, obra poco sistemática, ejemplo, etapas en el camino de la vida, el concepto de la angustia, migajas filosóficas.
• Como irracionalista desarrolla una filosofía que se apoya sobre la única realidad de la “conciencia desgarrada e infelíz”
• Para él no hay otra verdad que en la existencia personal.
3.- Punto de partida de la filosofía existencialista: constatar la existencia humana como MISTERIOSA – MISERABLE – ANGUSTIENTE.
4.- Hay varios tipos de existencialismos: ABSURDO: Sastre – Camus – otros
ANTROPOCÉNTRICO: Heidegger
CREYENTE: Jasper – Marcel y otros.
5.- La postura existencialista base es la que RESALTA LA EXISTENCIA por sobre la ESENCIA.
6.- ASPECTOS COMUNES A TODOS LOS EXISTENCIALISMOS:
a) El hombre existe conscientemente: se da cuenta.
b) Para Satre las COSAS SON EN SI y el HOMBRE ES PARA SI
c) El hombre es arrojado al mundo inexplicablemente.
d) El existir del hombre es CONTINGENTE E INNECESARIO.
e) La existencia se da en el tiempo como una realidad fugas que casi es la NADA: pasado – presente – futuro.
f) El presente une dos NADAS: el hombre que no se A-NO-NADA NO EXISTE REALMENTE.
g) La existencia se da en un ESPACIO concreto: SITUADO EN UN AQUÍ Y EN UN AHORA.
h) El hombre es un existir enfrentado a la MUERTE: NACE PARA MORIR.
i) El hombre es un sujeto libre, puede AUTODETERMINARSE.....su LIBERTAD LO DEFINE EN EL MUNDO.
j) Su existencia es PRECARIA......... ANGUSTIANTE.
k) La LUCHA es el SENTIDO del EXISTIR.... es afirmación del YO en contra de la ENAJENACIÓN MORAL – SOCIAL – PERSONAL – AUTARQUICA.
l) El hombre es un ser INEXPLICADO E INACABADO:
• INEXPLICADO: no consigue definir su esencia
• INACABADO: tiene como misión ineludible HACERSE – IR CONCLUYENDOSE.
m) El hombre debe vivir sólo en la verdad con que cuenta: AUTENTICIDAD.
7.- EXIGENCIAS DEL EXISTENCIALISMO A LA EDUCACIÓN:
a) Ayudar al estudiante a ser LIBRE. Ayudarlo a la REALIZACIÓN
b) Conciencia de la MUERTE.
c) Conciencia clara sobre la distinción entre:
SUJETO: ser para si (conciencia de si)
OBJETO: ser en si
d) El alumno no debe OBJETIVARSE a sí mismo; ni ser OBJETIVADO por el educador.
e) MATERIAS CURRICULARES: Medios para mejorar al YO, y NO PARA PASAR DATOS.
f) Relación personal entre profesor – alumno (no simplemente profesional)
g) Desarrollar la condición PROBLEMÁTICA.
h) CONOCERSE A SI MISMO, HACERSE A SI MISMO.
i) EDUCAR ES PROCURAR CONCIENCIA DE SI MISMO.
en 7:29
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