jueves, 9 de abril de 2015

Marxismo y educación

LA EDUCACIÓN SOCIALISTA. TEORÍAS MARXISTAS
La aportación marxista a la educación comprende, por un lado, la conformación de una nueva teoría de la educación y, por otro, la crítica a la escuela entendida como instrumento que mantiene y sustenta las diferencias sociales. La educación se analiza dentro del contexto más amplio de la sociedad y de la política. Por tanto, las críticas principales no están referidas a cuestiones metodológicas, sino al papel que cumple la escuela más allá del aula, es decir, al contexto de las relaciones sociales.
Las teorías marxistas surgen en tomo a la concepción de una educación politécnica organizada junto al trabajo productivo para superar la alineación de los hombres.
Estudiaremos en primer lugar a Marx y Engels, ya que sus críticas constituyen el inicio de esta nueva manera de examinar la educación que hemos señalado. En segundo lugar estudiaremos la concreción de las ideas fundamentales en el marxismo.
Para estudiar la educación socialista es necesario ver las aportaciones que estos autores dan a la educación. Ellos inician una nueva teoría de la educación que está enmarcada en una filosofía cuyo objeto de análisis es la sociedad completa y que conlleva una crítica a las formas de educar de la época y al papel que cumple la escuela en la sociedad capitalista.
La división del trabajo, propia de la producción capitalista origina un hombre unilateral, Marx y Engels proponen una formación polivalente que conduzca a la formación del hombre omnilateral, es decir una educación que permita el desarrollo total del ser humano.
Esa es la finalidad del principio fundamental la unión del trabajo productivo y la educación, superar la unilateralidad deshumanizadora a la que conducen las condiciones de trabajo en el capitalismo.
Para lograr esta omnilateralidad del ser humano Marx y Engels defienden que la educación ha de abarcar tres ámbitos: la educación intelectual, la educación física y la educación politécnica, mediante la cual el alumno se instruirá en los principios generales del proceso de producción y por la que entrará en contacto con los instrumentos de la industria.
El Estado y la educación.
Marx y Engels separan el Estado y el gobierno. De este modo, la enseñanza puede ser estatal sin estar bajo el control del gobierno. Es estatal en tanto debe ser el Estado el que legisle disposiciones generales como las referentes a la formación de los maestros, controle el cumplimiento de estas normativas y distribuya el sostenimiento de estas escuelas; pero para lo demás puede depender de autoridades locales representativas de la localidad.
En una escuela distanciada tanto del Estado como de la Iglesia, los contenidos de la enseñanza debían tener ciertas características generales. Además de los tres aspectos que estos contenidos debían abarcar, era necesario impedir que en las escuelas se impartieran disciplinas que condujeran a interpretaciones partidistas, es decir materias opinables, ya que estas deben aprenderse en la vida y en la familia.
Además estudiaremos a dos pedagogos que emprendieron la tarea de educar en una realidad concreta a partir de los principios de Marx y Engels, A. Makarenko y Antonio Gramsci.
Makarenko rechazó las teorías pedagógicas que conoció en su tiempo; ese rechazo le obligó a buscar nuevos caminos para educar, estructurando una pedagogía original. Consideró que la educación debía tener como fin fundamental la construcción de un hombre nuevo para una sociedad nueva, la sociedad comunista. La educación de Makarenko se dirige a forjar la voluntad de los jóvenes de acuerdo con las necesidades de la comuna y la sociedad nacional.
La educación fue tratada por Gramsci en el contexto mucho más amplio de sus reflexiones sobre política, la cultura y la función de los intelectuales en la sociedad. Atribuye un papel f1mdamentala las ideas y a la cultura junto a la acción humana, en el desarrollo de la historia. Considera Gramsci que, si bien la hegemonía esta enraizada en la estructura económica, no hay entre ésta y la cultura una dependencia predeterminada, y puede llegar a crearse una hegemonía alternativa, la del proletariado. Para establecerla, es necesaria la educación, ya que ésta es el instrumento fundamental de transformación.
El concepto de educación que elabora Gramsci está vinculado a su concepción del hombre. El hombre no es un ser definido y limitado a las relaciones sociales históricamente determinadas, sino que el hombre es historia. Por ello si la naturaleza humana 'se estructura en el contexto de las relaciones sociales, la conciencia no puede ser un fenómeno individual. Esta concepción antropológica tiene consecuencias en la elaboración de su teoría pedagógica. Entiende que la pedagogía debe partir de la idea del hombre como formación histórica; de ahí surge su oposición a considerar al niño como portador de ideas innatas.

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